Hablé con T.
Todo va de mal en peor. Me estrello una y otra vez con su barrera de "no-sé"
Mi status ha ido cayendo en picado y ni siquiera sé como ha pasado esto. He hablado con mi compañero de piso, dijo que él había sido testigo y que era todo muy raro.
Ayer, en medio de toda la fiebre, me di cuenta de que el problema es que no se comporta como si fuera mi pareja. Lo hablé con él: tiene la sensación de no haber cambiado su comportamiento, así que debo ser yo que ahora pido más.
Vino por la noche y se quedó a dormir, por la mañana se ha ido a su casa. Ha vuelto a mediodía, ha hecho la comida, me ha cuidado. Se ha quedado dormido y se ha marchado a su casa. Tres horas más tarde me ha llamado, su casa se ha incendiado. No le queda nada. Al llegar se ha encontrado con los bomberos. El calentador parece haber provocado el fuego.
En esas tres horas ha llamado a sus padres, a sus amigos y por último me ha llamado a mí. Que necesitaba estar solo, que no me lo tomara a mal. Se iba a casa de unos amigos que estaban fuera. Que me llamaría...
Tengo que respetarlo, obvio. Sólo tengo que conseguir no esperarlo, dejar de esperarlo para siempre. Dejar de esperar a que me llame, que me cuente, que se acuerde de que existo. Porque sí, al final acaba acordándose, pero esos 2 ó 3 días de retraso yo los paso sufriendo. Y no, no puedo ni quiero seguir así.
Triste, pero desde ayer trato de asimilarlo. Le dije que probablemente era culpa mía, por pensar que la historia era algo que no era. Nunca niega ni asiente. Es cuestión de dejar de quererle y saber que sólo es una persona con la que tener sexo de vez en cuando. No es lo que yo quiero, así que supongo que tarde o temprano acabaré por dejarlo y entonces seré yo la mala. Eso si no descubro antes alguna infidelidad. Creo que a estas alturas espero cualquier cosa.
Toca dejar de pensar, toca dejar de sufrir.
viernes, 30 de octubre de 2009
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