miércoles, 11 de febrero de 2009

Una "especie de "

En el post anterior casi mentía. Ando con una especie de relación en la distancia. La llamo "especie de" porque es indefinida. Y lo llamo casi mentir porque al indefinido le dije que estaba empezando a querele. Es una manera evasiva de decir "te quiero", intentando no arriesgar.

Lo malo de ser consciente del miedo a que te dejen tirada es que de repente se pierde la medida de las cosas. Por ejemplo, yo le digo a T. que estoy empezando a quererle y él sólo es capaz de decir que no sabe, que está a gusto conmigo y que quiere seguir viéndome.

Si esto hubiese sucedido antes de ser tan consciente de mis neuras, pongamos hace un año, lo habría mandado a la mierda: no sabe = no me quiere.
Pero, ahora soy consciente, primero lo mando a la mierda, después reflexiono y reculo. Lo vuelvo a aceptar, pero ya completamente perdida. ¿Hasta dónde se puede aguantar una indefinición? Va para siete meses de hacer el canelo...

Esta dinámica se multiplica hasta el infinito y más allá. Si no llama, ¿es porque pasa de mí o porque me toca a mi llamarle? ¿si yo le llamo dos veces seguidas es demostrar demasiado interés? ¿le mando un mensaje? lo escribo y lo borro a continuación.

T. me dijo al respecto que si le apetecía llamarme, me llamaba. Que si se acordaba de mí me mandaba un mensaje. Y a este tipo de afirmaciones es muy fácil darles la vuelta, así que mejor ni lo intento.

De repente me encuentro con que debo cambiar el comportamiento de años y no es fácil, no es nada fácil reinventarse un nuevo código de valores...

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